Opinión/Memoria
Lunes, 14 de abril de 2025
14/04/2025
Carlos Meléndez trató de encontrar una fórmula para satisfacer los deseos del Secretario de Estado, William Jennings Bryan, pero no se atrevió a vender la soberanía del país. El mandatario sabía que la oposición popular era demasiado poderosa. Él había accedido a la presidencia después del asesinato de Manuel Enrique Araujo y acababa de obtener el puesto por derecho propio después de unas elecciones poco limpias. Una vez más, la oposición popular impidió que el gran poder del norte obtuviera jurisdicción en tierras salvadoreñas.
Héctor Lindo