Las diez fotos de 2025

Carlos Barrera Víctor Peña Ramiro Guevara Edward Grattan

Si bien los fotógrafos de El Faro pasaron la mitad de este 2025 ya en su exilio, lograron capturar en sus imágenes algunos de los temas más sensibles del año en El Salvador: sobrevivientes de las cárceles del régimen de excepción, contaminación por minería, precariedad escolar o la solitaria protesta de una madre que busca a su hijo en las prisiones de Bukele. El panorama de este año, donde la represión del régimen se intensificó, dejó también fotografías tan disímiles como icónicas: la de Charli, el líder pandillero del Barrio 18 que durante años fue socio político de Nayib Bukele, o una imagen de los primeros días de exilio de una de las más esforzadas defensoras de derechos humanos de El Salvador. La mirada alcanzó también para ver más allá de la dictadura que se consolida: deportaciones en la nueva era Trump y sobrevivientes del genocidio en Guatemala. Estas son las diez fotografías de 2025 seleccionadas entre el equipo editorial y fotográfico del periódico.

El 10 de junio de 2025, Ingrid Escobar tenía dos días de haber salido exiliada después del mayo represivo de la dictadura de Bukele. Con un diagnóstico de cáncer y sus dos hijos, la directora del Socorro Jurídico salió en el mes que también lo hicieron cerca de 50 periodistas, según la Asociación de Periodistas de El Salvador, flujo que continuó durante los siguientes meses y a los que también se sumaron organizaciones como Cristosal. Escobar era y sigue siendo una de las voces críticas más activas en contra de los atropellos de la dictadura. Lideró marchas en favor de los presos inocentes del régimen de excepción, dio decenas de entrevistas a medios internacionales y recogió evidencia de torturas dentro de las prisiones, gracias a los testimonios de los sobrevivientes. Escobar sigue fuera del país. Foto de El Faro: Carlos Barrera.
El Señor Orellana en la bodega de su negocio de reciclaje el 25 de febrero del 2025, después de su liberación de las cárceles del régimen de excepción. Orellana fue víctima de la extorsión de las pandillas durante años y uno de sus empleados fue asesinado por esas organizaciones. A pesar de eso, Orellana fue capturado el 4 de diciembre de 2023 durante el régimen de excepción. Tras su arresto, Orellana intentó demostrar su condición de víctima, pero fue encarcelado sin ser escuchado, lo que provocó que su familia presentara pruebas que le otorgaron libertad condicional el 15 de diciembre. Sin embargo, fue recapturado en enero de 2024, estuvo en prisión hasta su liberación en febrero de 2025. Aunque se reencontró con su familia, Orellana salió de esas cárceles habiendo atestiguado el asesinato de otros presos a manos de los custodios. Hasta 2025, el régimen de excepción ha provocado la muerte de más de 400 personas bajo custodia estatal, ha encarcelado a más de 85,000 y las organizaciones de derechos humanos han denunciado el regreso de la tortura sistemática a las cárceles salvadoreñas. Lo que se sabe de lo que ocurre allá adentro se sabe por testimonios valientes como el del Señor Orellana. Foto de El Faro: Carlos Barrera. (Photo: Carlos Barrera)Carlos Barrera
Durante los primeros meses de 2025, El Faro entrevistó dos días continuos a Carlos Cartagena, conocido como Charli, una de las caras más conocidas de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios, quien tomó notoriedad luego de protagonizar un documental de la BBC a principios de los 2000, cuando ya era líder de la comunidad IVU, un bastión donde su pandilla dominaba la vida de miles de salvadoreños. Charli era también uno de los líderes nacionales de esa pandilla, declarada en este 2025 como Organización Terrorista Internacional por la Administración de Donald Trump. Charli fue capturado y liberado, con ayuda de altos mandos del Gobierno de Bukele, durante los primeros días del régimen de excepción en 2022, cuando miles de salvadoreños sin tatuajes de pandillas fueron apresados, y huyó del país. En la entrevista, Charli, cuenta a El Faro como durante años pactaron con el entorno de Bukele para ayudarlo a llegar a la Alcaldía de San Salvador, que Bukele ganó en 2015 por poco más de 6,000 votos, y posteriormente a la Presidencia. Foto de El Faro: Victor Peña.
Al aterrizar en Guatemala en el mes de octubre, después de ser deportada de Estados Unidos, Alicia Hernández fue golpeada por la realidad que atraviesan cientos de deportados que migraron hace un par de décadas. Se enteró de que nadie la esperaba, de que no le quedaba un solo familiar en Guatemala que la recibiera. Lloró y, desesperada, hizo una última llamada a sus parientes en Estados Unidos para saber si ellos tenían a alguien que la recibiera. La respuesta no fue alentadora. Nadie tenía a un pariente para contactarla, le avisarían si les quedaba alguna amistad. Ese día Alicia tuvo que ir al albergue para migrantes en Zona 5 para esperar si sus familiares contactan a alguna amistad solidaria. En Guatemala, hasta el 15 de octubre de 2025, durante este segundo Gobierno del republicano Donald Trump, han aterrizado en el aeropuerto internacional de La Aurora 398 aviones de la compañía Global X y Eastern Air Express con 34,539 personas deportadas. Foto de El Faro: Carlos Barrera.
El 5 de septiembre de 2025, a sus 78 años, falleció en Guatemala el padre José María Tojeira, quien se convirtió en una de las voces intelectuales más respetadas de El Salvador de la posguerra. Días después, fue despedido en un acto en la Universidad jesuita de El Salvador, al que asistieron cientos de personas. En la imagen, algunas de las personas que trabajaron de cerca con él elevan un globo con su rostro. Llegó a Honduras en 1969. En 1985 fue enviado a El Salvador y nombrado provincial de los jesuitas. Tras el asesinato del rector de la UCA, el filósofo y jesuita Ignacio Ellacuría, y el de otros cinco sacerdotes de la Compañía de Jesús y dos colaboradoras, perpetrado por militares el 16 de noviembre de 1989 al interior del campus, en la guerra civil, Tojeira asumió la rectoría de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. Aquella noche fatídica, él vivía a 200 metros del lugar y logró escuchar los disparos. Tojeira sostuvo su voz crítica en favor de los pobres durante todos los gobiernos de la posguerra, de izquierda o derecha, incluida la actual dictadura dirigida por Nayib Bukele, quien atacó las críticas de los jesuitas en diversas ocasiones. Con su fallecimiento, en una época de silencio y temor, El Salvador se quedó sin una de las voces críticas de mayor peso ante los abusos estatales. Sus restos están en la capilla Jesucristo Liberador, en la universidad, junto al de los sacerdotes masacrados durante la guerra. Foto de El Faro: Ramiro Guevara.
Vista aérea del río San Sebastián, La Unión. El agua del río fluye contaminada debido a la actividad minera que se realizó en la zona hasta antes del 2017, cuando se aprobó la ley que prohibía la minería en El Salvador. En diciembre del 2024 la Asamblea controlada por Bukele aprobó la Ley General de Minería, que permite la explotación minera. Decenas de organizaciones y defensores del medio ambiente se organizaron para realizar manifestaciones durante todo el 2025. La imagen fue tomada el 26 de enero del 2025, años después de que se hiciera minería artesanal en ese río, y es un recordatorio de los efectos duraderos y nocivos de una práctica que en El Salvador puede volver de forma industrial. Foto de El Faro: Víctor Peña.
Engracia Mendoza, de 51 años, es sobreviviente de una masacre del Ejército de Guatemala en el caserío Chulultze’, en Chajul. Huyó a ese lugar junto a su familia cuando tenía ocho años para resguardarse de la violencia militar que se vivía en el centro de Chajul. Allí, en Chulultze’, su padre y una hermana fueron asesinados. 42 años después, a inicios de 2025, sentada en una silla de madera, en su casa en el centro de Chajul, es custodiada por la mascota de la familia. A mediados del 2024, Engracia y decenas de sobrevivientes viajaron a la Ciudad de Guatemala para dar testimonio durante el juicio contra Benedicto Lucas García, quien fue acusado, como Jefe del Estado Mayor a principios de los 80, de genocidio contra la población maya ixil. Después de 90 audiencias el juicio fue aplazado debido a los recursos impuestos por la defensa de Lucas García. El juicio se congeló en 2025. Foto de El Faro: Carlos Barrera.(Photo: Carlos Barrera)Carlos Barrera
Alicia Martínez, una vendedora ambulante de 56 años, camina por las calles de San Salvador con una llaga en la pierna que le muerde a cada paso, mientras carga también el peso de no saber dónde está su hijo Jonás desde que la Policía lo detuvo en febrero de 2023 por el simple hecho de vivir en la colonia La Campanera, otrora controlada por la pandilla Barrio 18 Sureños. Desde aquel día, su vida se volvió una mezcla de dolor físico y angustia constante: trabaja más horas para mantener a su hijo menor y para reunir cada mes un paquete que entrega sin certeza de que su hijo lo reciba en prisión, mientras teme enterarse por redes sociales de que está hospitalizado o muerto, como tantas otras madres lo han hecho bajo el régimen de excepción. En un país con cárceles abarrotadas y juicios secretos, donde miles de familias buscan a sus detenidos casi a ciegas, Alicia se plantó el 9 de marzo del 2025 frente al penal de Mariona con su cruz y su voz gastada para repetir un grito que es también una súplica: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Foto de El Faro: Carlos Barrera.(Photo: Carlos Barrera)Carlos Barrera
Erick Martínez, de 16 años, y su hermana Nallely, de 11, sentados en las paredes que quedaron de una finca cafetalera, en la comunidad El Rescate, trataban de conseguir señal de internet para poder hacer sus tareas a principios de febrero del 2025. Cada semana, su padre invierte $1.25 para que los niños tengan internet o al menos la posibilidad de cazar la señal cuando es posible. Para ir a la escuela, deben levantarse de lunes a viernes a las 4:00 de la madrugada, para un viaje de casi tres horas hasta el centro de Berlín. Este 2025, bajo una intensa campaña de propaganda, la dictadura de Bukele nombró a una capitana del Ejército como ministra de Educación, y ella puso en el centro de su mensaje la obligación de que los niños lleguen presentables, con el pelo corto y el uniforme impecable, cuando hay miles de menores, como Erick y Nallely, que deben caminar horas en calles de tierra y cruzar ríos para llegar a las clases. Foto de El Faro: Carlos Barrera.
Dacia Ramírez de 42 años lleva un tatuaje en su espalda en memoria de su hija Achly Gabriela Méndez Ramírez, quien murió durante el incendio en el Hogar Seguro de Guatemala en 2017, junto a otras 40 niñas en Guatemala. Ocho años después, el 12 de agosto de 2025, seis exfuncionarios fueron sentenciados a penas que oscilan entre seis y veinte años de prisión por abuso infantil, abandono de deberes, abuso de autoridad y homicidio involuntario, cuando las dejaron bajo llave en el incendio. Entre ellos se encuentran el entonces director del Hogar Seguro, un secretario de Bienestar Social, el Defensor de los Derechos de la Niñez de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, y un subcomisionado de la Policía Nacional Civil. Foto de El Faro: Edward Grattan.