Al final de las maras

<p>Siempre me imaginé el fin de las maras de otra forma. Como soy un romántico patológico, me imaginaba a la gente en la calle, en una especie de desfile con tambores y lágrimas de contentura, o yendo a dejar flores en un monumento a las víctimas de tanta oscuridad… pero no.</p>

Carlos Martínez