El Ministerio de Educación de El Salvador, a cargo de la capitana del ejército Karla Trigueros, está implementando un nuevo manual de estilo y redacción que establece normas estrictas para la elaboración de documentos, guías y materiales oficiales. Este documento, titulado "Manual de estilo y redacción del Ministerio de Educación", está alineado “con la postura conservadora del Gobierno y del Presidente Nayib Bukele ante estos temas.”
El Faro tuvo acceso al documento de una fuente del Gobierno y pudo verificar que está siendo difundido en distintas áreas del ramo educativo. Por temor a represalias, la fuente pidió no revelar su identidad ni detalles de su rango ni área de trabajo.
Dice literalmente el artículo 29 del manual: “Debido a la coyuntura nacional y social a raíz de las cuestiones de inclusión, globalismo, género, diversidad, etc., así como la postura más conservadora del Gobierno y del Presidente ante estos temas, en todos los documentos, guías, materiales o cualquier tipo de contenido que salga del Ministerio de Educación, nunca se deben usar los siguientes términos:”.
Entre los términos que veta está la palabra inclusión, salvo en expresiones delimitadas como inclusión educativa o referida a estudiantes con discapacidad; inclusividad; género y en su lugar debe reemplazar por el concepto biológico de sexo.
También se prohíbe el uso de conceptos como ideología de género; masculinidades y nuevas masculinidades. Según este manual, también debe eliminarse de cualquier comunicación y libro de texto cualquier referencia a feminismo, feminista, empoderamiento o palabras asociadas, entre las incluyen literalmental las palabras: diversidad, sexualidad y orientación sexual. Según el documento, también debe evitarse el uso de “cualquier alusión a la población LGTB+ que puedan generar malas interpretaciones en la población.”
En el punto 30 del manual se prohíbe el empleo de palabras, siglas, citas textuales o marcos teóricos relacionados con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en cualquier contenido emanado del Ministerio. La medida busca hacer más homogéneo y simple el lenguaje oficial y evitar referencias a agendas internacionales consideradas “globalistas” y “controvertidas” en el contexto salvadoreño. Dice el texto: “Está terminantemente prohibido usar palabras, términos, siglas o cualquier alusión de contenido, citas textuales o marcos teóricos en cualquier documento relacionado a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).”
Desde finales de octubre, los materiales didácticos, guías docentes y libros de texto deberán ser revisados y reformulados para eliminar los términos prohibidos y ajustar los contenidos a las nuevas directrices.
El impacto en las aulas aún está por medirse, pero lo que si está claro en el Manual es que, en lugar de abordar conceptos como "género" en clases de ciencias sociales o educación cívica, se priorizará el uso del término "sexo" en su definición biológica, lo que podría limitar discusiones sobre identidad de género o roles sociales. Esto podría simplificar ciertos temas, pero también reducir la profundidad en el abordaje de temas complejos que requieren debate o socialización.
Una educación “antiglobal”
La aceptación de una ideología conservadora está más que clara en el manual, en el que también se está excluyendo conceptos que el Estado de El Salvador se ha comprometido a trabajar, no solo como materia docente, sino como parte de una meta de desarrollo. La eliminación de conceptos de la Agenda de Desarrollo Sostenible puede impactar directamente en materias como geografía, ciencias naturales o educación cívica, donde temas como cambio climático, igualdad de género (ODS 5) o reducción de desigualdades (ODS 10) suelen estar integrados.
Esto podría limitar la alineación del currículo con estándares educativos internacionales, dificultando la participación de El Salvador en programas internacionales de educación. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), establecidos por las Naciones Unidas en el año 2000, constan de ocho objetivos globales para abordar problemas como la pobreza, la educación, la salud y el medio ambiente para el año 2015.
Los términos que, según el manual deben eliminarse del lenguaje oficial, aunque no los incluye de forma explícita, se refieren a conceptos sociales como el “acceso a agua potable y saneamiento”; “mejorar las condiciones de vida en comunidades precarias”.
Según una fuente del Gobierno, “los docentes deben desde ya adaptar su lenguaje y enfoques pedagógicos para cumplir con las nuevas normas”y esto “podría requerir capacitaciones específicas”.
No es la primera vez que un ministerio del Gobierno Bukele retira palabras de materiales educativos . En febrero de 2024, el Ministerio de Salud ordenó retirar de las unidades de salud y las clínicas Centinelas y Control de las Infecciones de Transmisión Sexual, las guías educativas sobre el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). También retiraron documentos del Centro Virtual de Documentación por hacer alusión a la diversidad sexual.
En el caso de los libros de texto y las aulas públicas, la prohibición de términos asociados al feminismo o al empoderamiento, por ejemplo, podría restringir discusiones sobre equidad en el aula, afectando la forma en que se abordan temas históricos o sociales, como los movimientos por los derechos de las mujeres.
Las medidas están alineadas con la postura más conservadora del Gobierno, aunque esto implica polarizar el ambiente educativo y afectar la implementación del currículo en las aulas. “La formación integral de los estudiantes, su exposición a debates globales y la preparación para desafíos sociales contemporáneos es algo que ya perdimos", dice una persona que conoce de este manual y que teme su impacto en el futuro.
